Las Hondas Monkey se inventaron a principios de los 60 para entretener a los niños en el circuito japonés de Suzuka. Pero aquel invento pasó con el tiempo a entretener también a los mayores y así surgieron los primeros friquis de las Monkeys, que las empezaron a tunear y a preparar a conciencia. Es en Japón donde encontramos hoy una legión de entusiastas del Monkey Business y ya en Europa donde más se rompen la cabeza para darle una vuelta de tuerca más a las pequeñas cuatro tiempos es en Francia. Uno de los talleres estelares en este país es Blast Factory, siempre dispuestos a revolucionar al mono.
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