No todos los talleres están capacitados para llevar a buen puerto determinadas transformaciones. Pueden ser mecánicos de primera y trabajar a fondo el motor pero cuando pasan a meterle mano al tema estético dejan mucho que desear y el encargo a veces sale rana. Otra cuestión es cuando te lo montas tu en tu garaje, donde y desde el principio asumes tus limitaciones.
Por eso cada vez se recurre más al 3D para definir una moto y cada vez son más los diseñadores y estudios que ofrecen este nuevo servicio. Puedes jugar con todas las variables posibles a golpe de ratón y hasta puedes ubicarla en el contexto virtual que te de la gana. En el trópico o en una agujereada calle de Detroit. Los últimos en sumarse a esta corriente son los suizos de Vis Maior, un grupo de jóvenes diseñadores gráficos que apuntan maneras.
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