Las motos con una historia a cuestas molan más. Un valor añadido que no se muestra en las fotos pero que al pilotarla debe de transmitir sensaciones únicas. Y esta Egli Vincent Café Racer tiene una historia potente, una historia donde la perseverancia, y por partida doble, la ha hecho grande. Nació como racer del equipo suizo de Fritz Egli para sus dos pilotos oficiales Fritz Peier (foto izq.) y Florian Bürki para disputar el campeonato Suizo de carreras en cuesta y para puntuales carreras en Europa e Inglaterra entre 1971 y 1973. De ahí pasó al olvido en una de los rincones del taller de Egli hasta que Swen Bregy, un suizo customizador de Choppers. se fijo en ella. Le llevó cuatro años convencer a Egli para que se la vendiera y otros tres transformarla en una Café Racer de pura sangre. Siete años persiguiendo un sueño que al final el año pasado pudo hacer realidad. Asombrosamente bella. Si quieres saber más de su historia pásate por The Egli Vincent y para hacerte una idea de todo el curro que llevó su resurrección échale un vistazo a las fotos de Swen.
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