miércoles, 23 de julio de 2014

música para mis oidos

Aullidos celestiales, la Honda 250 de 6 cilindros. Afinada al máximo por Mike The Bike, 1966

La música siempre ha acompañado al mundo de la moto. Incontables son las portadas de los grupos y solistas de todo cuño que se han retratado a lomos de las más variadas monturas, algunos con indudable fundamento y otros con la mera intención de tirarse el pisto. Pero muy pocas son las grabaciones que se han hecho sobre la verdadera música de las motos. No hay nada más excitante que escuchar una moto de carreras con escape libre y bien afinada.  Pone los pelos de punta. 

Los verdaderos friquis de las motos que puedan demandar estas sonatas con olor a Castrol Racing no suponen desde luego un mercado muy amplio y por eso las grabaciones se han convertido en una rareza. Uno de los escasísimos trabajos que salieron fue un recopilatorio, como no podía ser de otra manera, de las diferentes categorías y motos que corrieron en el TT de 1957-1961. Más de trece minutos de rotundas pasadas de decibelios de las que me quedo con la pasada de la Norton Manx de Bob McIntyre en 1958. Como dice el comentarista: "¡superb!". Puedes escucharlo en Spotify buscando al comentarista Murray Walker o a través de LastFm.


Definitivamente las motos de antes sonaban diferente. Uno de los espectadores del último Classic TT comentaba en un foro que una de las diferencias con el Tourist Trophy era el sonido de las carreras. En el TT todas las motos sonaban igual, y en las clásicas cada una tenía su propio son. Si quieres escuchar el glorioso concierto de casi todas las racers de los 50 y 60 pásate por la galería del sonido de VintageBike. Tiene más de 130. Menos tenía Joe en el juke-box de su bar, y no cabe duda de que su parroquia motard sabía latín. 



En 1963 en California los Bahari Brothers experimentaron con ambas músicas. Contrataron a Jerry Cole, un prolífico guitarrista del movimiento surf que había tocado entre otros  con los Beach Boy, Elvis y Sinatra y se fueron a grabar  a las Triumph y HD que solían competir en la pista californiana de Speedway de Ascot. Los mezclaron y editaron un disco genuino, Cycle Psychos, donde todas las canciones y letras tenían la moto, y su música, como hilo conductor. Para la portada eligieron una foto del gran Dave Ekins en uno de sus espectaculares saltos. Puedes escuchar fragmentos de todas las canciones  del disco en EMusic


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