Valtorón, fundiendo esquemas

Admiramos lo único y genuino, pero cuando los que lo hacen radian un buen rollo igual de auténtico que sus obras, el conjunto además se hace querer. Sucede con Valtorón y con los hermanos Pablo y Carlos Delgado, artífices de la revolución que en la escena transformer están consiguiendo con sus motos. Mirándolo bien no es una revolución, a la revolución te apuntas, la sigues y la copias, y los trabajos de Valtorón son imposibles de reproducir. No es lo mismo partir de la base de un depósito, de un proyecto en 3d o recurrir a Google en busca de ideas para desarrollar una moto que enfrentarte a un bloque de arcilla y conseguir además, que funcione a nivel estético y práctico. 

Los hermanos Delgado son de oficio fundidores artísticos, reproducen en bronce y aluminio las esculturas de diferentes artistas, y en su nave de Valdetorres del Jarama las obras de arte se reparten por todos los rincones y estanterías. Su padre también es escultor y todo este talento creativo que les rodea en todo momento ha acabado por convertirles también a ellos en artistas. Pero a su manera, conjugando su pasión por las motos han acabado convirtiéndose en escultores de motos. Únicos en su género. 

Curvas, de eso se trata.  Curvas para trazar y curvas para modelar. La última creación es una BMW NineT cargada de ellas. Empezaron en el MulaFest a darle forma a la arcilla entre charla y charla, y ahora acaban de terminarla. Bueno, en parte. Han logrado desarrollar una carrocería monocasco en aluminio donde se pierden las curvas, empiezan en el depósito y fluyen hasta el colín, pura simetría orgánica.  Una pasada. Pero una Valtorón es todavía más, falta la aleta delantera, una cúpula, y un sinfín de detalles más. Tienen el OK y en eso están ahora.  Talento tienen de sobra, pero el tiempo les empieza a escasear para atender toda la demanda que están recibiendo, una BMW K1600 espera paciente en la entrada y dentro de poco parten hacia Colonia con la Bestia. Bromean con la consecuencia que tiene todo esto, la batería de la Kawa de Pablo lleva mucho tiempo muerta, desde la última vez que se dio un rulo en busca de las otras curvas.