Una de las opciones más recurridas por los pilotos británicos para competir en la década de los 50 era la BSA Gold Star. Una verdadera carreras-cliente que la fábrica servía con faro y piloto para cubrir apariencias y que ellos mismos desaconsejaban para uso turístico. Una de ellas, una Production Racing de 500cc de 1955, se pone ahora a subasta con muchas otras motos de época en Bonhams el mes que viene.
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