Para algunos pocos constructores el hecho de encontrarse con una antigualla olvidada en un rincón y empezar a plantearse su restauración supone un reto cargado de emociones. Es un largo proceso en el que empiezas blasfemando y acabas soplándote la nariz. Y si la antigualla tiene historia aún más. En este caso se trata de una Indian Super Scout de 440cc del 49. Una de las últimas Indian Scout en salir de la fábrica norteamericana antes de su cierre y una de las pocas que se conocen con cilindros verticales (la imagen de las Indian siempre va asociada a los motores VTwin). El valiente en generar una racer tan maravillosa de los restos de la Indian Scout es Tony Prust de Analog Motorcycles. Al final sólo pudo rescatar el motor, y la lista de modificaciones y nuevos componentes que tuvo que fabricar y desarrollar es una de las más extensas que hemos visto hasta la fecha en una moto. Asombrosa. El resultado es brillante.
...y elegante.
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