martes, 8 de marzo de 2011

Alberto García-Alix, alma motera






En la primavera del 68, mientras en París volaban los adoquines, a Alberto García-Alix se le abrieron los ojos. No por la revuelta estudiantil gala, a el que carajo le importaba, mas bien porque le acaban de regalar una Ducati de 50 cc. Con ella empezó su  adicción a las motos, una pasión que le tendrá  enganchado hasta el final: pretende llegar al paraíso con las manos llenas de grasa. 


Échale un vistazo a la serie de fotos que Alberto hizo en el Lisboa Art&Moto aquí


1 comentario:

  1. Le conoci con zapatos castellanos, vaqueros levis y una derbi o ducati 50 , con un faro Lucas descentrado, muy cuidada. Por entonces preguntaba por eso de la fotografia que un vecino suyo hacia en el sotano de su casa. Su hermano Alfredo, se dedicaba por entonces en convertir en TT o Cross cualquier Mercurio, Metralla o similar que cayese en sus manos. La receta, suspensiones largas, ruedas de tacos y a tirar. En aquella epoca tenia un amigo llamado Beto, que corria con una pluma enganchada en la goma de las gafas y quien creo recordar tuvo un accidente....Era 1972,cerca del AZCA.

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