Los australianos de Drifter Bikes se mueven con un perfil muy bajo, montan sus motos en un garaje X y luego las venden en E-Bay. Si quieres conocerlos tendrás que agendar una cita previa con Paul y para que lo reconozcas aparecerá en el bar con un lamparón en el ojal. Tienen muchas transformaciones y son adictos a los asientos planos y corridos. En el caso de su última creación sobre una base de una Bonneville 750cc se lo podrían haber ahorrado para evitar el olor a nalga quemada del paquete. Si quieres echarle un vistazo a las demás motos visita la web de Drifter Bikes.
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