Hay motos que salen del horno muy hechas y otras que salen crudas. Los italianos de Anvil las prefieren crudas, y eso que mantienen que están hechas en el mismo infierno. Su simbolo es un yunque y me imagino que cuando se ponen a crear en su taller debe de reinar un ambiente apocalíptico en blanco y negro, lleno de chispas de radial y eco de martillazos. O no. Muestra es su ELR, una logradísima transformación sobre la base de una Moto Guzzi SP 1000 de 1985. Tienen más y todas en la misma linea artesana, básica y pura, sin demasiadas concesiones, échales un vistazo en Anvil Motociclettes.
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