En la fabulosa década de los 70 fueron muchas las marcas que despegaron definitivamente aprovechando que el mercado ingles hacía aguas, estaban exhaustos y en bancarrota y delegaban en los preparadores privados ingleses como Paul Dunstall o Dave Degens la continuidad en el desarrollo de sus motos. Ducati ya había entrado en el mercado británico con su Match I en 1964. Una moto que rompió muchos esquemas entre la parroquia racer, con sus 250 cc y velocidad punta de más de cien millas era capaz de sonrojar a un buen número de motos británicas de 650 cc.
Ducati sorprendería de nuevo en los inicios de los 70 cuando comercializó la Ducati 750 Sport, la café racer italiana por excelencia. Pero otras marcas italianas también querían entrar en el mercado racer y Laverda fue una ellas. A finales de los 60 ya tenían una 750 twin lista pero hasta 1972 no entraron a saco con su modelo estrella, la 750 SF (Super Freni). Montaba unos frenos de tambor desarrollados en la misma casa en vez de los Grimeca que solían llevar sus predecesoras y a juzgar por el peso de estos en la nomenclatura de la nueva twin los italianos tenían que estar bastante orgullosos de ellos. Venían a dejar claro que la Laverda volaba, pero que a la hora de pillar la curva también frenaba, asunto bastante peliagudo en las deportivas de comienzos de los 70. Luego vendría la 750 SFC, la versión de carreras y que fue una de las preferidas para la resistencia. La Laverda SF que ilustra esta entrada es del holandés Martijn Gerritsen, impecable restauración de una de las motos más icónicas de los 70. Nos la hemos encontrado en el blog holandés classiclivecycles.
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