Los extremos se tocaron en el Jarama el domingo, en las rodadas del Racer Explosion se juntaron desde Fon que apretaba ya desde los boxes con su Yamaha TZ 250 hasta Mauricio con su Mash Café Racer de 125 y escape libre. Y precisamente de eso se trataba, de que cualquiera con unas mínimas, o máximas, inquietudes racer se pudiera dar el gustazo de rodar en el circuito con más solera de España.
Implicado desde el primer minuto Alfie presentó uno de los bombazos del Racer Explosion, su Cafe Noir sobre base de una Mash 250 Café Racer. No logró darse 66 vueltas al Jarama pero no tiene prisa, sabe que habrá mash rodadas para ir sumando.
Incondicionales de las motos racing de época se juntaron a puñados en el Jarama. Javi se encargó de afinar al máximo una de las joyas que rodaron, un BMW Rennsport y Dave, que desde que escuchó los primeros tambores de guerra no paró quieto hasta dejar niquelada su Kawa KZ 650.
Mención aparte merecen los entusiastas que se desplazaron desde Andalucía con sus Derbis de carreras para rodar en el Jarama. Chapeau y mil gracias a Rafael, su tocayo y sus respectivas que nos demostraron que cuando hay ganas no importan los kilómetros. Desde más cerca se acercaron los incombustibles Adolfo y Fede, siempre dispuestos a sumar a pesar de los daños colaterales que suelen ocasionar las despedidas de soltero.
El fresco de la mañana obligó a más de uno a calzarse una sudadera extra, a pesar de que el mono no estuviera muy de acuerdo. Grande Jaime que condujo toda la noche desde un bolo en Valencia para acudir puntual a la cita y grande Jose Ramón que con el don de la ubicuidad que le caracteriza no se pierde una.
La revista Revival of the Machine hizo un esfuerzo extraordinario para que el recinto del Racer Explosion luciera de lujo con su carpa y su apuesta por hacer bien las cosas. Con Casandra al mando nada podía salir mal. Las otras jefas lucieron palmito y sonrisas, muestra de que pasamos holgadamente el corte.
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