La tejana Sophia Tsingos mamó moto desde pequeña. No todo el mundo tiene un padre con una Triton, que el mismo montó, en el garaje. Sophia si, y con tal referente parece que acabó enredando más con la grasa que con los esmaltes de uñas. Hoy trabaja en el concesionario de Ducati en Dallas y ha revolucionado el mundo de las transformaciones convirtiéndose en una de las pocas chicas que se dedica también a esto.
Ya asombró con su primera café-racer (abajo), una preciosa Honda CB550 del 77, y ahora lo vuelve a hacer con una Ducati 748 de 1998. Un tiro. En un mundo cargado de testosterona Sophia ha sabido hacerse un hueco y visto lo que ha logrado crear hasta la fecha seguro que ella misma se va a convertir en referente para muchas otras.
Fotos: Brandon LaJoie & Dale Martin
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