Los talleres y garajes suelen tener un periodo de rodaje, precisan de un par de transformaciones para tomar sus medidas y con la infalible técnica del ensayo-error acaban por desarrollar un estilo propio y definido. Pero de vez en cuando surgen excepciones (las que confirman la regla) y con la primera transformación dejan al personal boquiabierto. Es el caso del taller neozelandés The Pacific Motorcycle Co y su Honda CB 350. Menudo bombón.
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