Yamaha ha estado ligada al Dakar desde sus inicios. Con una privadísima XT500 el piloto francés Cyril Neveau ganó la primera edición de 1979 y ahora con el fichaje del pentacampeón Despres Yamaha quiere volver a triunfar en una carrera extrema que siempre se le de dio muy bien. De hecho sus motos trail evolucionaron de esta carrera y los modelos XT se perfeccionaron en las duras condiciones del Paris-Dakar. Pero Yamaha tardó unos años en involucrarse de lleno en el rally y hasta 1985 no se presentó con un equipo totalmente apoyado por la fábrica. De no ser por un soberbio Gastón Rahier, que se hizo con la victoria con su BMW 980, Yamaha hubiese arrasado aquel año. Se hizo con el segundo y tercer puesto y logró colocar a otras tres más entre los diez primeros.
Uno de ellos fue el norteamericano Chuck Stearns (der.) que en su debut africano firmó seis victorias de etapa y una sexta posición final. Era uno de los oficiales del potente equipo Sonauto y su montura de fábrica la sólida Yamaha XT600 Ténéré. Stearns desgraciadamente murió ese mismo año del virus del VIH. Dos años antes había sufrido una caída y le realizaron una transfusión con sangre infectada. Una putada. Su moto compitió otros dos años más en el Paris-Dakar hasta que la aparcaron definitivamente en el garaje de uno de los mecánicos de Sonauto. Hasta que fue recatada hace poco por el alemán Henning W. y restaurada por completo. Ahora luce garra de nuevo y pone los pelos de punta a los vecinos cuando Hennig la arranca para quitarle las legañas. Si quieres saber más sobre todas las historias que rodean a las XT no dejes de pasarte por la completísima web de uno de los que más saben del tema, el alemán Ingo Löchert. Fotos: Thomas Stutz
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