A veces para fundamentar una idea y desarrollar un proyecto hay que acudir a los libros de historia, buscar la inspiración en ellos y en la medida de que el talento nos de ponernos manos a la obra y construir algo único. Es el caso del italiano Frank Augello, Moto Sumisura, que ante el encargo de una cliente de transformar su BMW NineT acudió a los orígenes de la marca alemana en busca de ideas.
Y tuvo que pasar páginas hasta que llegó al año 1923, año en que BMW fabricó la R32, su primera moto. Su diseño simple y sencillo estuvo fuertemente influenciado por la Bauhaus, la escuela alemana de diseño y arquitectura, y sobre este concepto Frank ha ido moldeando su obra. Con un potente último guiño a la profesión de la cliente, Alessandra Soresina, una bióloga italiana que centra su trabajo y sus proyectos en Africa. Los materiales que ha usado son latón, acero y aluminio cepillado, y ha conseguido acercarse con ellos, y con los acabados artesanales, a la pura esencia africana. Como los juguetes que fabrican los niños africanos con chapa reciclada, pero con un motor beemer de última generación. Complimenti!! Fotos: Fabrizio Jelmini
Magnífico trabajo 👏
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