El alemán Herbert Schek es un gran tipo, por su estatura (casi 2m) y por haber ayudado a desarrollar un concepto de moto que a la postre se ha convertido en un best-seller. En 1969 salía de la cadena de montaje la nueva BMW R75/5, la nueva apuesta de BMW para hacerse de nuevo con un hueco en el mercado de la moto. Para Schek, piloto oficial de enduro de BMW, la aparición de este modelo supuso un reto mayúsculo, era la nueva base de la que debía de partir para desarrollar una enduro competitiva. No tenía ningún referente, ninguna de las motos que participaban en esos tiempos en competiciones de enduro se acercaban ni de lejos al cubicaje y a los pesos de la nueva BMW. Preparó tres prototipos (foto arriba) para los ISDT de ese año en Garmisch Partenkirchen y pudo colgarse una medalla de oro. La R75/5 empezaba con muy buen pié su andadura por el lado más bacheado.
Schek-BMW R75/5 de 1973 desarrollada para los ISDT de Dalton, EEUU. Schek ganó una medalla de oro con ella.
A finales de los 70 el dominio de la Maico 501 Gs era brutal. Dos tiempos y poco peso, una combinación ganadora. Schek, que cada año proseguia con su particular progresión de sus prototipos basados en la R75, insistió para que en Alemania aprobaran una nueva clase, la de superior a 750cc, y así darle cancha en la competición a las R75. Lo consiguió pero no pudo desarrollar el prototipo de 800 cc que tenía en mente, fue el piloto-ingeniero Laszlo Peres el encargado por parte de BMW de construir la GS 80. De este prototipo partieron más tarde, a finales de 1980, la primera serie de las GS.
Schek no podía estar al margen del Paris-Dakar, participó en varias ocasiones, y en 1983 le preparó la BMW a Hubert Auriol (foto) y tomando como base una GS 80 la subío a 980cc y con ella el francés se hizo con su segundo Paris-Dakar.
buen post.
ResponderEliminarun abrazo desde el norte