Podríamos decir que la nueva SR 250 salida de la factoría CRO, de corte más clásico, está a mitad de camino entre una road italiana y una campera inglesa, aderezada con el toque callejero de la marca madrileña, intentando así de nuevo, hacer una moto a imagen y semejanza de su dueño, premisa principal del CRO a la hora de construir motocicletas, como nos cuenta Fede en la sesión de fotos que realizamos de la misma.
De nuevo la agradecida y fiable dos y medio de la marca nipona, es la elegida para llevar este vestidito ecléctico a la par de castizo que combina cromados (si, hemos dicho cromados, no pasa nada), satinados, mates y brillos sin complejos de ningún tipo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario