Uno de los alicientes del TT es ver motos, muchas motos, y a veces a uno le sonríe la suerte y se topa con exquisitas Cafe Racers como esta Honda que estaba aparcada en el Grand Stand. Steve Farell, su dueño, la ha transformado a semejanza de la Honda 250 RC162 de Mike Hailwood y con la que en 1961 se hizo con el campeonato del mundo. Ese año también le dió a Honda sus primeras victorias en el TT en las clases de 125 y 250. Ese año Hailwood iba a por todas y firmó con su victoria en 500 con una Norton el primer Hat-Trick de la historia del TT.
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