El sol vino a recibirnos y acudió a despedirse, pero en la semana que transcurrió entre medias hizo mutis por el foro y nos dejó con un tiempo de mierda, very british, que condicionó las carreras y nuestro concepto de paciencia. En la Isla de Man hay que tenerla, y mucha, si las condiciones meteorológicas se empeñan en retrasar y aplazar las carreras. Menos mal que siempre nos quedarán los pubs y la afición más auténtica y cañera del mundo para hacer tiempo.
La esperada vuelta a los circuitos de Norton acabó frustrándose debido a la cancelación del senior TT por las malas condiciones del TT Course. La primera vez en toda la historia del TT que se cancela la carrera más importante. Me imagino que el piloto inglés Ian Mackman acabó tan quemado como su rueda. Sólo pudo dar una vuelta de exibición el día de la carrera con McGuiness y en Ballaugh Bridge se marcó un potente burn-out para calentar un poco a la afición.
Una de las sección más espectaculares del TT Course es el cambio de rasante de Crosby. Aquí coincidimos con el Comandante y con el TT rider argentino David Paredes, ausente este año por lesión, que nos confesó que pasar esta sección a tope, flat-out, le llevó cuatro años. La mayoría corta un pelín antes del salto, los que los tienen bién puestos no.
El TT tiene 60 km de trazado e infinidad de huecos para asomarse.
Hacer caso omiso de las señales es una constante del TT Course
11:30 de la mañana del jueves. Más que llover, jarrea y sin nada que poder hacer caen las primeras pintas en el Railway Inn, nuestro pub de referencia y uno de los más guapos de la isla. Situado a orillas del TT course en Union Mills es un punto de encuentro de los puretas y de los calados campistas que se dejaban caer por ahí en busca de calor fraternal. Una semana de lluvia dejaron a muchos campistas en fuera de juego y la solidaridad de los isleños habilitó unos números de teléfonos para que los soaky campers pudiéran localizar secadoras y tes calientes en casas particulares.
En las casetas de los Marshals que jalonan el tramo del TT Course que discurre por el tramo de la montaña encontramos numerosas placas en memoria de los pilotos y aficionados que se dejaron la vida en esta parte de la isla. La niebla cerrada, cerradísima, cubrió Snaefell como una puñetera boina que hizo inviable circular a gusto por este mítico tramo.
Antonio Maeso tuvo una actuación dispar en el TT. Un defectuoso slick proporcionado por Pirelli estuvo a punto de aguarle la fiesta con la BMW en el Superbike TT, fundió la eléctrica de Tork India y logró que KTM entrara en la historia del TT al conseguir acabar con la austriaca en la categoría de Superstock y lograr una réplica de bronce. Además consiguió otras dos réplicas de bronce en la categoría de Superbike y de Supersport. El sueño de Maeso se cumplió y el tenaz TT Rider volvió a rodar, y volar , en el TT Course.
muy buenas fotos tio, y una crónica excelente. mola la de "Slow"
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