Una de las fuentes de inspiración para los constructores es rendirles tributo a través de sus transformaciones a determinadas motos que hicieron historia o a sus pilotos más queridos. En este caso son varios los homenajeados, por una parte el king of cool McQueen y por otra a dos de sus motos, la Triumph TR6 ISDT de 1964 y la Husky 400 cross de 1971. La propuesta parte de los prolíficos Shaw Speed and Custom sobre la base una Sportster. La gran escapada sobre un hierro de Milwaukee y la primera HD de cross que vemos. Mola!!!
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