Con la creación de la Formula 750 en 1970, la FIM le daban también la oportunidad a Triumph para despedirse del mundo de la competición con la cabeza bien alta. Para la nueva tricilíndrica y montando los chasis de Rob North los ingleses apostaron fuerte y ficharon a los mejores pilotos del momento a ambos lados del Atlántico como Hailwood, Smart, Mann o Nixon. Con ellos y la potente Trident lograron hacerse con la victoria en numerosas y prestigiosas carreras, desde el TT, el Bol D'or o las 200 millas de Daytona. Unos años más tarde llegaron los japoneses y con ellos empezó una nueva época en la que lamentablemente los ingleses ya no estaban vivos para darles réplica.
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