En el currículum de cualquier lustrado probiker debería de figurar un apartado en el que conste el número de veces en el que se nos ha aparecido la Virgen. El susto, que suele aparecer con un breve e intenso destello celestial, suele quedarse en el cuerpo hasta que el runrun del casimelocomotodo desaparece. A veces suele durar días, depende del grado de intervención divina y de la edad y de los compromisos paternofiliales del sujeto. Solemos pasar página entonando un sentido Nunca Mais, pero en general, y aunque seamos ateos de pro, solemos confiar ciegamente en los bonus de la Virgen. Que remedio.
En Roma, ciudad sin ley donde las haya, la Virgen se lo curra mucho y ha decidido aparecer físicamente y en forma de cartelone en algunas de sus paredes. La idea parte del artista romano Ex Voto que ha decidido que la mejor manera de que se nos aparezca la Virgen, y concretamente Maria Vergine Augusta, es con mono de cuero y moto de competizione italiana. Bravo!! Viene además con leyenda: Guíame por la calle correcta y líbrame de los baches. Amen!
Foto: Fabrizio Poggi
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