En las grandes ciudades del sureste asiático pululan a diario cientos de miles de motillos dispuestas a enfrentarse a diario con el caótico tráfico, y a ser posible marcarse también sanos piques entre semáforos con los compañeros de caos. Alto voltaje. De hecho en un reciente ranking elaborado por la CNN, rodar en Bangkok con una moto ocupa el 17º lugar entre las 50 experiencias más temerarias del mundo (los Sanfermines ocupan el 14º ). No es pues de extrañar la fiebre de los asiáticos por darle al mango cuando un semáforo se pone en verde y por extensión el auge que en los últimos tiempos están teniendo en Filipinas, Indonesia y Tailandia las carreras de aceleración sobre la base de estas motillos callejeras.
La moto preferida para la transformación es la Honda Dash y sus variantes, con motor de cuatro tiempos de 100cc a 125 cc y refrigerada por agua. Una vez despojada de todo el plástico se queda en la mínima expresión, puro chasis del que cuelga el motor, y los más avezados la mejoran con un nuevo subchasis con suspensión mono, el basculante alargado, semimanillares, un pequeño depósito sobre el manillar y el motor estrujado hasta el límite. Ya solo queda plantarse delante de un semáforo,esperar a que este se ponga en verde y darle al mango. Como el del circuito de Paolo Circuit Suratthani de Tailandia, uno de los clásicos que acoge este tipo de pruebas. Si quieres echarle un vistazo a todo lo que dan de si estas competiciones (sumergirte en la ola de aficionados que con posterioridad dan la vuelta de cortesía al circuito debería de ser también evaluado por los de la CNN) pásate por el FB de Taklong Racing. Fotos : Sarawarin Tr
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