La madrugada es buena compañera de inspiración y si el propósito o despropósito sigue siendo medianamente viable al día siguiente es muy probable que, y dependiendo del grado de inercia de los que tuvieron la idea, este se lleve a cabo. A principios de Octubre del año pasado se juntaron en León un buen número de cabezas calientes, y tomando como punto de partida la Derbi Comepitos que el equipo de CRO le regaló a Alberto García-Alix, el mismo Alberto y David Loner decidieron crear una carrera de pepinillos para dar cabida a la Comepitos y otros inventos de pequeña cilindrada. La Disco se llamaba El Deseo y de fondo el Loren estaba pinchando de lo lindo, buenos presagios.
A la carrera la bautizaron como La Copita y se enmarcaba dentro de las que se venían disputando en el Punk´s Peak del W&W. Acudieron a la cita muchos constructores y una pertinaz neblina que impidió que la largada racing se celebrara y los sobreexcitados pepinillos que se presentaron no pudieron enseñar su poderío. Uno de lo que más prometia era el presentado por Fede CRO. Su CROhete, un dragster patrio rebosante de esencia racer.
CROhete, para algunos la mejor moto construida por CRO. Qué duda cabe que cuando piensas en diseñar una moto para correr en linea recta y hacerlo rápido, lo de menos es la estética. Pero al final el no tener límites ni restricciones, el no tener que poner luces, retrovisores, matriculas, etc, etc, hace que la estética de un Dragster sea muy pura, sólo lo necesario: Chasis, rígido por supuesto, motor (potenciado hasta las patas), horquilla, ruedas y depósito de gasolina de medio litro (para que más, total son solo 400m a mangueta). Esta es la esencia de CROhete, inspirada en los Dragster americanos de los 60/70.
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