Las grandes gestas nacen de los grandes retos, y en el mundo del motociclismo en algunas ocasiones los grandes retos se deben a planteamientos que se basan en la pura irracionalidad. Es el caso del británico Geoff Parker, que asombró al motociclismo británico en la segunda mitad de la década de los 50 por demostrar que contando con la lógica uno tiende a perderse gran parte de la chispa de la vida. Aunque a veces esa chispa venga acompañada de grandes dosis de sufrimiento y de juramentos en hebreo. A la aseveración de que los scooters están hechos sólo para el asfalto Parker respondió que no, y lo demostró.
Parker no estaba solo, contaba además con el apoyo de Lambretta y en 1954 participaron en los ISDT de Gales con un equipo de tres pilotos sobre Lambrettas 125. Aunque la dureza de los ISDT de ese año fue extrema Parker quería participar también en la otra gran cita del off-road, los Scottish Six Days. Lambretta estaba lanzada y visto la repercusión que había tenido la participación por primera vez en la historia de un Scooter en una prueba de Off-Road querían repetir y subir el liston con los Scottish. Una locura a la que Parker no dudó en acudir un año más tarde, en 1955, con tres Lambrettas de 125. El reto era mayúsculo, tanto para los pilotos como para la mecánica, y fue Parker el único que logró acabar la prueba e inscribir así por primera vez una Lambretta, un Scooter, en el palmarés de la prueba de trial más dura del mundo.
Lambretta se frotaba las manos, gracias a las gestas de Parker las ventas subían y dos años más tarde Parker volvió a tierras escocesas, esta vez para alcanzar la cima del Ben Nevis (con 1344 m es el punto más alto de toda Gran Bretaña) con dos Lambretta D 150. Querían demostrar que con una Lambretta se podía llegar al fin del mundo. Parker tardó siete horas y media en coronar pero en el camino se quedó su compañero de escalada con un embrague hecho trizas.
El equipo Lambretta en los SSDT de 1955: Millar (3), Parker (7), Kimber (13)
Dos años más tarde Lambretta volvió a participar en los SSDT. En 1959 y con Parker, Ludo Moore (el que se dejó el embrague en el Ben Nevis) y Alan Kimber en el equipo se presentaron tres Lambrettas LI 150 con el chasis reforzado y con un depósito de gasolina más grande. Esta vez acabaron los tres. Lambretta no volvió a participar en ningún trial más y sus apariciones en el off-road se redujeron a un par de SSDT a principios de los 60. El documental sobre la participación del equipo Lambretta en los Scottish del 59 es una rareza, registro de unas hazañas que lamentablemente ya no se volverán a repetir. Valientes como Geoff Parker quedan cada vez menos.
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