El próximo domingo 21 en Stafford, Inglaterra, se va a celebrar una de las subastas más jugosas del mundo de la moto. La organiza la casa de subastas Bonhams y en ella podemos encontrar desde una foto de Mike Hailwood firmada por el hasta varias réplicas de plata del TT de Jim Redman y, of course, motos de todos los tipos y colores. Si quieres pasarte un buen (mal) rato eligiendo cosas que te comprarías pero que no puedes nos dejes de vistar el extenso surtido de esta subasta de Bonhams.
Sin duda las estrellas de esta subasta son las motos de carreras. Hay varias y entre ellas está la rarísima Fruin cuatro cilindros de 200cc de 1965. Obra del ingeniero artesano HL Bert Fruin llegó a participar en varios TT siempre con resultados adversos, no era muy de fiar en competición por lo que su destino final y donde lograba sobresalir eran las carreras en sprint.
Otra de las estrellas de la velocidad es la última mono de 250 cc fabricada por Benelli en 1958 para la temporada de 1959. Con ella Geoff Duke se hizo con el Gran Premio de Suiza pero un año más tarde , en 1960, Benelli se rindió ante la evidencia de que las monos formaban ya historía en las carreras de 250cc. MV Augusta y Ducati alineaban ya las twin y Honda se presentaba con la four, propuestas más que realistas y que llevaron a Benelli a olvidarse del mono y centrarse en el desarrollo de la nueva Benelli four.
La Grindlay-Peerless de 498CC de 1929 es un peso pesado en el mundo de la velocidad. Esta ayuda a vender y aparte del escaparate de las carreras de motos los fabricantes sabían que batir un record de velocidad aseguraba también buenos titulares. Uno de los más perseguidos era conseguir rebasar las cien millas durante una hora y este lo consiguió en 1925 Claude Temple con una OEC-Temple-JAP de 996cc y al año siguiente lo consiguió Bert Denly con una Norton de 500cc. Ambos records se batieron en el circuito francés de Montlhéry con motos británicas, hecho que a los de las Islas no sentó muy bien. Por eso y dispuestos a hacer patria la revista MotorCycle ofreció un premio para el primero que batiese de nuevo el record en tierras británicas. En 1928 Bill Lacey lo logró, estableciendo una nueva marca de 103,3 mph con la Grindlay-Peerless en el circuito de Brooklands. El modelo que se subasta es una rèplica de aquella moto, la Hundred Model, de la que actualmente sólo quedan dos.
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