Una puesta al día de una de las primeras superbikes, es lo que ha hecho el australiano Erin Hearne con una Honda Four K2. Le ha dejado el aspecto original, para que cambiarlo si luce bién, pero le ha cambiado todo el tren delantero para entrar en las curvas bien confiado. El resultado es desde luego muy potente. Si quieres saber algo más pásate por el post que publicaron en el Australian Cafe Racer.
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