Desde el sábado pasado la palabra revivir debería de contar con una nueva acepción en el diccionario, se sumaría a las ya existentes como resucitar o renovarse y se podría definir como la acción o consecuencia de vivir dos veces. El ejemplo que la corrobora lo tenemos en el equipo de Revival of the Machine. Reviven todos los días dos veces, y hasta tres si hace falta, para dar abasto a todo el trabajo que se imponen para cumplir sus objetivos. Hasta ahora han sido capaces de llenar cada mes una revista de grueso lomo con un contenido brillante, llevan siete y hoy están cerrando el siguiente, y ahora han sido también capaces de llenar un espacio en el centro de Madrid de motos, miles de aficionados y muy buen rollo.
A Madrid le hacía falta contar con un evento similar como el que celebran otras ciudades de postín, en el que se diera cabida sólo a las motos personalizadas y además que se celebrara en un contexto apropiado y el equipo de Revival ha sabido coger el testigo. El evento se bautizó como Oldies but goldies y en el estuvieron representados todos los constructores de los más diversos palos que animan la escena española. Desde los que llevan muchos años dando guerra hasta los que acaban de aterrizar. Y visto lo visto el nivel es muy alto, 37 constructores exhibiendo sus creaciones dieron fe que este mundillo está más vivo que nunca, está revivo. Y si el diablo realmente está en los detalles, el sábado, con los millares que se vieron (y no solo en las motos expuestas), el infierno tuvo que estar todavía más desangelado. Un sentido aplauso para los de Revival, reviven y encima son unos máquinas. ¿Alguien todavía duda de que va su nombre de cabecera?
No hay comentarios:
Publicar un comentario