engrasada sabiduría

Si te gustan las motos clásicas es imposible que alguna vez no te hayas leído algún artículo de Angel de la Maza. Redactor y fotógrafo incombustible de la revista mensual Motociclismo Clásico y de la más reciente Moto Clásica, su apuesta personal, ha escrito infinidad de reportajes sobre todo lo que deja rastro de grasa y huela a gasolina, con o sin mezcla. Con todo lo que ha escrito y fotografiado a lo largo de muchos años, el también rebobinada los cassettes con un boli, se podría editar una enciclopedia de tapa dura y grueso lomo sobre el arte de sentir la moto, cuando estas no iban enfundadas ni en plásticos ni protegidas por un aura electrónico.  La otra enciclopedia de esa época se la dejamos a Arias Paz, aunque por conocimientos Angel también podría haber escrito ese manual de primeros, y segundos, auxilios.

Ahora acaba de abrir una nueva sucursal de su arte en el madrileño barrio de Tetuán, en un taller/museo donde cuando el tiempo no le consume cerrando revistas le mete mano y repara las motos inglesas e italianas con las que otros no se atreven. En su banco de trabajo, flanqueado por un lado por la maqueta de un balandro (iba para marino pero su padre le quitó la idea de la cabeza) y con la mirada de  Brigitte Bardot en su Harley fija en su cogote sigue practicando su particular zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta.