Si a los 3 años te suben a una moto y te gusta es muy probable que ya no te quieras bajar de ella en toda tu vida. Es lo que le ha pasado a Jamie Robinson que ya desde pequeño mamó motociclismo del bueno de un padre obsesionado por las dos ruedas. Con el se recorrió buena parte de los circuitos ingleses cuando este competía con su BSA Gold Star y más tarde probó el mismo las carreras compitiendo a partir de 1992 en los campeonatos de velocidad europeos, mundiales y en la Isla de Man. Ahora y con potentes patrocinadores apoyándole (Ducati es uno de ellos) recorre el mundo embarcándose en todo tipo de experiencias sobre dos ruedas que luego resume en unos videos de impecable factura. Desde una ruta turística por el Alto Tajo donde entre curva y curva se aprieta un bocata de jamón y algo más, hasta su subida cronometrada al Pikes Peak con una Multistrada. La vida/escusa perfecta que muchos de nosotros querríamos tener para no bajarnos de la moto jamás. Sigue todas las ocurrencias del imparable Jamie en Motogeo.
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