Una fracción de segundo, eso es lo que tarda el obturador de una cámara fotográfica en recoger para siempre una imagen, pero en contadas ocasiones las fotografías no sólo recogen ese instante, sino que también narran toda la historia que hay detrás. Esta foto es un claro ejemplo de ese tipo de imagen/documento, y recoge el punto final de uno de los enfrentamientos más conocidos de la historia del motociclismo de competición. En ella Giacomo Agostini espera con semblante serio a que pase su gran rival, Mike Hailwood. Otro piloto le acerca una taza de agua mientras el marshal le echa un vistazo a la MV Agusta tricilíndrica del italiano. Tirada en la cuneta de Windy Corner lo ha dado todo, con la cadena rota no llegará más allá.
Al italiano sólo le faltaban ocho kilómetros para cruzar la meta y proclamarse vencedor del DiamondSenior TT de 1967. Llevaba ya 352 kilómetros dándole al mango en el TT Course, con el aliento de Hailwood y su Honda RC181 en la nuca. Y en Windy Corner, una gran curva derechas azotada continuamente por el viento y que conduce a la salida de la montaña y a la bajada que lleva hasta Douglas y a la linea de meta, se acabó todo. Una putada para el italiano, un inesperado regalo para el inglés.
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