Hay transformaciones que se las puede, y debe, dejar aparcadas frente al bar para regocijo del personal. Pero hay unas cuantas que es mejor presentar dentro de una vitrina. Es el caso de la última creación de los británicos de Lamb Engineering. Un cromadísimo motor de una BSA 500 Goldstar de 1951 de carreras da vida a esta criatura tan especial que se hizo en el último campeonato del mundo de custom en Sturgis con la segunda posición. Larry Houghton recurrió a dos fuentes para montar su joya, por una parte se hizo con el motor, caja de cambios, ruedas y algunos componentes más a través de E-Bay y por otra parte rebuscanbo en un contenedor de chatarra de un amigo. Comenta que a la hora de diseñarla tuvo en mente el modelo FS1E de Yamaha, las Hondas de carreras de los 60 y la herencia motera británica. Seguro que si algún jeque de la Qatar Foundation se fija en ella la veremos pronto expuesta en algún centro comercial de Doha.
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