De todos los modelos de Triumph que salen de Hinckley ninguno ha conseguido acercarse al concepto de off-road añejo. Está la Tiger y la Scrambler, pero falta un modelo intermedio (Triumph sacará en edición limitada el año que viene la Steve McQueen pero no deja de ser una Bonneville pintada de verde con rejilla portaequipajes trasera). Por eso muchos constructores han visto nicho y han sugerido versiones muy cañeras, como los alemanes del concesiorario de Triumph de Munich Rock'N'Ride. Ellos ya han acuñado el estilo, Classic Dirt Bike, y seguro que le seguirán muchos más.
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