Hacer fotos a un moto puede parecer fácil, de hecho hoy con sacar sacar el móvil, guiñar un ojo y darle al botón ya tenemos una. Pero si lo que uno pretende es sacarle La Foto la cosa se complica. Julián Villanueva, fotógrafo y motero de pro, lo sabe y cuando se deplaza con su Ducati tiene ya instalado el piloto autómatico para ir buscando localizaciones para futuras sesiones de fotos. Para fotografiar la Ducati Superlight de su amigo Patxi, Julián eligió el fondo verde de los castaños, genial para sacarle todos los colores, en este caso el color, a la italiana. Esta y según Julian es una Ducati a la antigua, dura, vibrante, que cuesta meter en curva y se retuerce cuando quieres ir rápido, que cocea si entras con miedo hasta que aprendes a domarla para ir rápido, pero que consigue que sonrías cuando te quitas el casco. Personalmente no conozco a Patxi, pero debe de ser fácil de reconocer: el de la sonrisa de oreja a oreja.
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