Cuando Kenny Roberts se hizo a la primera y en su debut en el Continental Circus con el campeonato del mundo de 500 en 1978 los puristas alucinaron tanto que le pusieron de apodo el marciano. Ganó el titulo con una conducción muy agresiva y muy poco ortodoxa, a media curva ya le estaba dando al mango y salía de ellas derrapando. Venía de la escuela del Dirt Track y su estilo cuajó entre la mayoría de los pilotos, era de hecho la única manera de sacarle provecho a las cada vez más potentes motos de gran premio. Hasta que la electrónica y el control de tracción dulcificaron las derrapadas y acabaron con gran parte del espectáculo.
Ahora otro Kenny, Noyes, se va a encargar de impartir una serie de clases sobre el mundo del Dirt Track, con rodadas en ovalo en el circuito de Motorland. Será del 28 de Noviembre al 1 de Diciembre. Más info en Dirt Track Festival.
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