Los cuadros blanco y negros predominan en este bar. En las paredes, en el suelo, en los manteles de la mesas, reflejados en el retrovisor de una BSA Gold-Star. Cuadros que le dan un ambiente racing de primera y marcan radicalmente el ambiente de este bar motero por excelencia. Se trata del Ace Cafe londinense. Aunque cuando estuve buscando angulos que retratar estaba semivacío (martes por la mañana), los parroquianos que se dejaron caer por aquí no dejaban lugar a dudas del carácter motero del lugar. Un llanero solitario sobre su Harley, un par de exploradores de camino a algún desierto sobre sus BMW Adventure y una chica de largas melenas sobre una Triumph rosa fashion.
La tradición, ya convertida en leyenda, apunta a una canción de The Animals: "The house of the rising sun". 4 minuto y medio de duración para un reto que convertía a los que lo lograban en ilustres, en aquellos que podían pintarse en la cazadora su pertenencia al selecto grupo de los Ton-Up Boys. Una "Ton" (tonelada en inglés) equivalía a cien millas (160 KmH) y el que estuviera dispuesto a rebasar esta cifra con su moto tenía que jugarse el pellejo en un circuito de 3 millas y media, trazado por la vieja North Circular Road, en lo que duraba la canción. El principio y fin de esta locura lo marcaba la música que salía de una sobada gramola que en los 60 ambientaba el concurrido Ace Cafe.
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